Los milicianos/as eran los cuerpos militares de voluntarios que, organizados por los sindicatos, participaron en la Guerra Civil Española apoyando al bando republicano. En los primeros años estuvo permitido el alistamiento de las mujeres, pero en 1937 su alistamiento quedó denegado, no pudieron volver a coger las armas y se vieron relegadas a trabajos en la enfermería, cocina...
Los milicianos y milicianas actuaron con valentía, siendo voluntarios apasionados en su mayoría, con ganas de defender la legitimidad del Gobierno. Su organización causaría ciertos problemas para el Ejército Republicano, pero fueron fundamentales para conseguir dividir al bando sublevado.
Una vez acabada la guerra en 1939 (en algunas zonas ya antes), se vieron abligados a esconderse en los bosques del país hasta que desaparecieron en los años 60. En los últimos años se produjeron intentos de pasar a Francia para escapar del cerco, pero las detenciones se sucedieron... Muchos guerrilleros y colaboradores fueron juzgados sumariamente y fusilados o encarcelados. Otros murieron a manos de la Guardia Civil, aplicando la Ley de Fugas.
Incomprensiblemente, este tema tan importante que planteas cae en el olvido en los libros de texto. Y no sólo el caso de las milicianas españolas, sino otro fenómeno de mayor alcance a nivel mundial que es la mujer bolchevique y sus repercusiones en las fuerzas productivas de la Unión Soviética, hecho que llamó la atención, incluso, del sociólogo Solla Price (un patriota norteamericano y capitalista). En la Guerra Civil, como dices, tampoco podemos ponernos "estupendos" y afirmar que existía una igualdad que, de hecho, no había, pero reconocer el papel y la presencia femenina en ambos bandos es importantísimo y siempre cae en el olvido. Parece, casi, que los nacionales habrían reconocido con mayor aprecio a sus camaradas enfermeras de Falange (placas en las ciudades con nombres de las caídas, homenajes de la Sección Femenina, &c. aunque eso demuestra, a su vez, segregación y diferenciación) que los propios republicanos a sus milicianas (de las cuales no se acuerda nadie; sólo algunas, y contadísimas, figuras mitificadas o llevadas al esperpento...). Se refleja en los libros de texto... Es algo indignante
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